Add parallel Print Page Options

33 después le cortó la lengua al impío Nicanor, y ordenó que la hicieran pedazos y se la dieran a las aves de rapiña, y que colocaran el brazo delante del templo, en pago de su locura. 34 Todos, entonces, mirando hacia el cielo y alabando al Señor, que se había hecho presente, dijeron: «¡Alabado sea el Señor, que ha conservado puro su templo!» 35 Judas colgó de la ciudadela la cabeza de Nicanor, como señal clara y patente para todos del auxilio del Señor,

Read full chapter